lunes, 8 de marzo de 2010

3B: Cultura desde el Psicoanálisis + Teoría de la acción comunicativa

El malestar de la cultura
Sigmund Freud

"Contaría con toda mi comprensión quien pretendiera destacar el carácter forzoso de la cultura humana, declarando, por ejemplo, que la tendencia a restringir la vida sexual o a implantar el ideal humanitario a costa de la selección natural, sería un rasgo evolutivo que no es posible eludir o desviar, y frente al cual lo mejor es someterse, cual si fuese una ley inexorable de la Naturaleza. También conozco la objeción a este punto de vista: muchas veces, en el curso de la historia humana, las tendencias consideradas como insuperables fueron descartadas y sustituidas por otras. Así, me falta el ánimo necesario para erigirme en profeta ante mis contemporáneos, no quedándome más remedio que exponerme a sus reproches por no poder ofrecerles consuelo alguno. Pues, en el fondo, no es otra cosa lo que persiguen todos: los más frenéticos revolucionarios con el mismo celo que los creyentes más piadosos. A mi juicio, el destino de la especie humana será decidido por la circunstancia de si -y hasta qué punto- el desarrollo cultural logrará hacer frente a las perturbaciones de la vida colectiva emanadas del instinto de agresión y de autodestrucción. En este sentido, la época actual quizá merezca nuestro particular interés. Nuestros contemporáneos han Ilegado a tal extremo en el dominio de las fuerzas elementales que con su ayuda les sería fácil exterminarse mutuamente hasta el último hombre. Bien lo saben, y de ahí buena parte de su presente agitación, de su infelicidad y su angustia. Sólo nos queda esperar que la otra de ambas «potencias celestes», el eterno Eros, despliegue sus fuerzas para vencer en la lucha con su no menos inmortal adversario. Mas, ¿quién podría augurar el desenlace final?"

Acerca de la Teoría de la acción comunicativa
Jürgen Habermas

"Se trata de intentar enseñar que nosotros, como personas, no podemos vivir de una manera cínica, no podemos conducirnos de una manera estratégica. Estamos constituídos por el lenguaje. Y el lenguaje, la comunicación, nos hace ser, en el día a día, más idealistas de lo que creemos. Eso es, de eso se trata." Diario la Nueva España 23/10/2003

martes, 2 de marzo de 2010

Criterios de Evaluación 2011

Área de Comunicación y Expresión

· Los alumnos deben llevar al día una carpeta con el desarrollo de los temas, ejercitación y fotocopia con la que se trabaje; además del libro de texto correspondiente.

· Para la nota final de cada trimestre se tendrán en cuenta las siguientes pautas:

· Resolución de problemas (aplicación de estrategias, comprobación de resultados, etc.)
· Transferencia de la teoría a la práctica.
· Uso efectivo de recursos comunicativos observables en producciones escritas y orales.
· Responsabilidad en el cumplimiento de indicaciones y consignas, plazos y preparación de actividades y en el tener sus elementos escolares.
· Estudio diario.
· Resultado de evaluaciones orales y escritas, formales e informales.
· Resultado y presentación de sus trabajos prácticos.
· Legibilidad de las producciones.
· Participación pertinente en clase.
· Conducta controlada, no impulsiva.
· Compromiso con el trabajo áulico.
· Puntualidad en la comunicación de inasistencias a pruebas avisadas y posterior presentación de certificado.

Considerando que se trabaja desde la Transversalidad de la Lengua, son también criterios de evaluación los siguientes:

· Participación productiva en diferentes situaciones comunicativas.
· Comprensión del sentido de los textos.
· Valoración de la convencionalidad y normatividad del lenguaje.
· Empleo de conocimientos gramaticales y ortográficos en sus producciones.

Asimismo, en las evaluaciones deberá asignarse un puntaje a la ortografía y expresión. Por ejemplo:

Respuestas completas, cohesivas y coherentes: 1 punto.
Ortografía: 1 punto

3º "B": Cultura Ilustrada y La mirada antropológica

El liberalismo y el industrialismo
por Claude Henry de Rouvry de Saint Simon

Ante todo decimos, que a los primeros hombres, por ser muy ignorantes y estar sometidos a pasiones muy violentas, la ley del más fuerte les sirvió de base para las primeras organizaciones sociales, y que las naciones habían tenido que vivir bajo el régimen militar puro, que luego fue feudal, durante muchos siglos; los poderes arbitrarios concentrados en un reducido número de manos eran un mal menor que la anarquía.A continuación, hemos establecido que la especie humana estaba destinada a ilustrarse y suavizarse por medio del comercio, a tomarle gusto al trabajo y a la producción, y entonces a dar por base a la organización social el interés común.Por último, hemos hecho ver que la transición desde el primero de dichos sistemas políticos al segundo tuvo que provocar una crisis larga y violenta.Ahora añadimos a tales ideas que la crisis de transición fue iniciada por las predicaciones de Lutero, y que nuestro catecismo de los industriales tiene por objeto ponerle fin.Añado que, desde Lutero hasta nuestros días, la dirección de los espíritus ha debido ser esencialmente crítica revolucionaria, porque se trataba de derribar al gobierno feudal antes de poder laborar en el establecimiento de la organización social industrial; pero, hoy en día, la clase industrial se ha transformado en la más fuerte y el espíritu crítico y revolucionario debe extinguirse, para ser reemplazado por la tendencia pacífica y organizadora.Y es para la formación del partido político y organizador por lo que invitamos a las personas que deseen constituir un orden de cosas estable y sosegado, a tomar la denominación de industrialistas, porque dicha denominación, al mismo tiempo, indica fin y medios; fin: dar por base a la organización social el interés de la mayoría; medios; confiar a los de más importantes industriales la administración de la riqueza pública”


El impacto del concepto de cultura en el concepto de hombre
por Clifford Geertz

“En el intento de lanzarme a esa integración desde el terreno antropológico para llegar así a una imagen más exacta del hombre, deseo proponer dos ideas: la primera es la de que la cultura se comprende mejor no como complejos esquemas concretos de conducta –costumbres, usanzas, tradiciones, conjuntos de hábitos-, como ha ocurrido en general hasta ahora, sino como una serie de mecanismos de control –planes, recetas, fórmulas, reglas, instrucciones- lo que los ingenieros en computación llaman “programas”, que gobiernan la conducta.Ninguna de estas ideas es enteramente nueva, pero una serie de recientes puntos de vista registrados tanto en antropología como en otras ciencias (cibernética, teoría de la información, neurología, genética molecular) las ha hecho susceptibles de una enunciación más precisa y les ha prestado un grado de apoyo empírico que antes no tenían. Y de estas reformulaciones del concepto de cultura y del papel de la cultura en la vida humana deriva a su vez una definición del hombre que pone el acento no tanto en los caracteres empíricamente comunes de su conducta a través del tiempo y de un lugar a otro, como sobre los mecanismos por cuya acción la amplitud y la indeterminación de las facultades inherentes al hombre quedan reducidas a la estrechez y al carácter específico de sus relaciones efectivas. Uno de los hechos más significativos que nos caracterizan podría ser en definitiva el de que todos comenzamos con un equipamiento natural para vivir un millar de clases de vida, pero en última instancia sólo acabamos viviendo una.”